VARA, La pequeña SERPIENTE VERDE (y no venenosa) Conócela en este RELATO.
El olor algo desagradable de la piel húmeda de un perrucho, la situó de nuevo en el instante. Era pequeño y peludo y dormía plácidamente junto a la pared del pasillo, apoyada su cabeza sobre las patas delanteras. Vara se deslizó sutilmente por su lado, casi rozando su trasero, pero apenas se inmutó, no tenía necesidad de hacer vigilancia dentro de la casa, por eso le era permitido estar allí.